La Publicidad es una disciplina cuya intencionalidad es influir en el público para que compre determinado producto o servicio. Artes y ciencias (Sociología, Comunicación Social, Economía, Estadística, Antropología, Semiología y Plástica), se reúnen para crear un mensaje cuya efectividad reside en llegar a la mayor cantidad de personas y persuadirlas de que adquieran lo ofrecido.
Para ello, es necesario incentivar el consumo de nuevos productos, motivando la ilusión de que realmente necesitamos aquello que ofrecen.
A partir de la Revolución Industrial del S XVIII, y con el impulso de la Publicidad, nace un nuevo estilo de vida, donde el objeto material, se sobredimensiona más allá de su uso y utilidad, y su posesión se vincula a la satisfacción y a la realización personal, símbolos de status y pertenencia social.
El modelo económico imperante, el capitalismo, necesita que la gente se convierta en engranaje del sistema: que trabaje en la cadena de producción, y luego compre el producto. Para ello se asocia la felicidad o la realización personal, a la obtención de bienes y servicios, íconos del status y la pertenencia social. La acumulación de bienes y el progreso económico como meta que asegura el bienestar y la felicidad, son mensajes propios del sistema capitalista, y del discurso publicitario.
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